La Encuesta de centros y servicios de atención a personas sin hogar (INE, 2024) confirma que la atención al sinhogarismo en España ha crecido de manera significativa, especialmente entre la población migrante. También evidencia que profundizar la perspectiva de género es fundamental.

Sus datos parecen corroborar que el sinhogarismo mantiene su dramática tendencia en aumento que ya se confirmó en la última Encuesta de Personas Sin Hogar de 2022 y que las políticas de acogida e integración de personas migrantes no están sirviendo para frenar la brecha racial en la pobreza más extrema.

Además, complejos retos en torno a lo relacional, a lo comunitario y a la profesionalización del sector siguen exigiendo un debate de estado que de momento la Estrategia Estatal de Personas Sin Hogar no está sabiendo resolver.

  • 33.758 personas mayores de 18 años se alojaron de media cada día en centros de atención en 2024, un 55,7% más que en 2022.
  • Los centros específicos para personas migrantes ofrecieron 20.911 plazas diarias (casi el doble que en 2022), con un 121% más de plazas ocupadas.
  • En total, España contó con un 17% más de centros que en 2022. De ellos, el 26,1% se dedicó exclusivamente a atender a población migrante.
  • También crecieron los programas de Housing First/Housing Led, que alcanzaron un 63% más que en 2022.
  • El 24,6% de las plazas de alojamiento fueron ocupadas por mujeres, lo que muestra la urgencia de reforzar los dispositivos de atención con perspectiva de género. Además, el 7,4% de los centros se especializa en mujeres víctimas de violencia de género.

La red FACIAM ve reflejada una buena parte de las inquietudes y demandas que venimos haciendo en los datos que ofrece la encuesta del INE. A pesar del aumento de los programas Housing First/Housing Led que celebramos como avance en el marco de la Estrategia de Desinstitucionalización también señalamos que esto no implica necesariamente un cambio de modelo. Esta nueva realidad nos exige reflexionar sobre las mayores dificultades de acceso a modelos basados en vivienda para población migrante en situación irregular y a los retos en las salidas dignas de quienes participan de dicho modelo: garantizar que estas experiencias no sean soluciones temporales, sino acompañadas de apoyos sociales, económicos y comunitarios que consoliden la inclusión y eviten recaídas.

Al mismo tiempo, la encuesta evidencia que los centros de atención siguen siendo un pilar fundamental: no solo por la magnitud de plazas y servicios básicos (alojamiento, alimentación, información y acogida), sino también porque son la primera puerta de entrada para acompañar a las personas y proteger sus derechos. La aparente tendencias a desdeñar modelos mixtos y a no abordar el sinhogarismo más allá del debate de la vivienda resulta reduccionista y limitado para erradicar verdaderamente el fenómeno.

En el caso de las mujeres, es necesario reforzar la red con recursos especializados que reconozcan sus experiencias particulares: la violencia de género, la sobrecarga de cuidados, la maternidad en contextos de exclusión y las violencias cruzadas que enfrentan las mujeres migrantes.

En el caso de la población migrante, que concentra gran parte del aumento de plazas y de la demanda, los retos son igual de exigentes: asegurar una acogida digna, con recursos específicos y sostenibles, que vaya más allá de la emergencia y facilite procesos reales de integración. La encuesta alumbra datos inquietantes en torno a este grupo. Mientras numerosos organismos estatales e internacionales muestran la indiscutible relación entre la tendencia positiva de la economía española y el sostenimiento del bienestar gracias a la población extranjera; la brecha de pobreza sigue incrementándose. Esto exige reflexionar sobre el trasvase de población de los sistemas y modelos de acompañamiento del ámbito de las migraciones y la inclusión, al de emergencia social. Pero también nos acerca a debates competenciales, de empadronamiento y de pérdida de oportunidades como sociedad. Sin una verdadera mirada de derechos será imposible afrontar los retos de una España diversa que nos ilustra el futuro.

Los datos reflejan, además, que los programas de inserción social —como la atención psicológica, jurídica u ocupacional— continúan siendo minoritarios frente a los servicios básicos de alojamiento y alimentación, lo que limita las posibilidades de la vida en comunidad de las personas atendidas. Esta demanda, ampliamente repetida en foros y documentos promovidos por la Red FACIAM versa sobre la necesaria profundidad que exige el debate sobre la pobreza extrema en España.

En línea con algunos datos del INE, la red FACIAM muestra una marcada dependencia de la financiación pública (85,7%) no siempre en modelos de relación sostenibles ni de valor añadido y el papel fundamental del voluntariado, que representa casi el 40% de los recursos humanos. Esta combinación muestra, por un lado, el compromiso social que sostiene a la red y, por otro, los retos estructurales que implica garantizar su estabilidad a largo plazo. Estos datos, que requieren una atención serena y profunda reflejan que las políticas de atención al sinhogarismo siguen estando infrarrepresentadas en las prioridades políticas y en los catálogos de servicios y que en demasiadas ocasiones se están dejando a un ejercicio de solidaridad de instituciones que ven cada vez más agotados sus recursos. El reto de lo comunitario no debe desdibujarse con el reto de la necesaria profesionalización y dignificación del tercer sector de acción social dedicado al acompañamiento de personas en situación de sinhogarismo.

Desde FACIAM recomendamos la activación de grupos de trabajo estables entre administraciones locales y autonómicas, Ministerio de Derechos Sociales y tercer sector, para un análisis riguroso de los resultados y el abordaje de los retos que las cifras reflejan.

El impacto de los fondos europeos durante estos últimos años no parece haber supuesto un revulsivo para un verdadero cambio de modelo. La exclusión deliberada de las políticas de acogida e inclusión de personas migrantes parecen ampliar una brecha para lo que pedimos mayor consenso político y el abandono de los discursos de odio y la exclusión como paradigmas que se están instalando en el debate político actual.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Protección de datosRED FACIAM tratará sus datos para gestionar y dar respuestas a sus mensajes enviados a través de nuestro formulario y correo electrónico de contacto. Puede ejercer sus derechos en admin@faciam.org. Conozca nuestra política de privacidad.