Campaña de las personas sin hogar 2017

Llevamos ya 25 años de Campaña

Qqueremos poner en valor el recorrido realizado, apostando de lleno por la dignidad y derechos de miles de personas en situación de sin hogar, rostros concretos que nos interpelan y nos movilizan para seguir adelante.

En este recorrido hemos pasado por diferentes momentos y fases, siempre queriendo sensibilizar y denunciar las vulneraciones de derechos y las condiciones de absoluta indignidad en que se encuentran miles de personas en situación de sin hogar. También con un mensaje propositivo, posibilitador, apostando por poner a las personas en el centro de nuestra acción y de cualquier política que lleven a cabo las diferentes administraciones.

Ya en 1992 (el primer año de la Campaña) decíamos: “Derecho a un alojamiento digno”. Este 2017 decimos “Somos personas, tenemos derechos. Nadie Sin Hogar”. Un mensaje de derechos que se repite con fuerza, y que por reiterado no pierde valor ni contundencia, al revés, suena más alto. Y así, año tras año, lema tras lema, hemos denunciado y pedido mayor protección social, acceso a la salud, a una vivienda digna y adecuada, a la visibilidad, al reconocimiento de la dignidad y los derechos de las personas en situación de sin hogar.

En estos 25 años hemos hecho un recorrido también de sensibilización a lo interno de Cáritas y de las entidades que colaboran en la Campaña, modificando el lenguaje (de transeúntes” y “sin techo” a “personas en situación de sin hogar”), transmitiendo un mensaje de esperanza y posibilidad, valorando y ampliando cada vez más la participación de las personas sin hogar nuestros diferentes proyectos, y lo que es más importante, en su propio proceso de recuperación personal, de ciudadanía y de acceso a derechos. Y por supuesto hemos querido sensibilizar a los medios de comunicación sobre la importancia de transmitir mensajes positivos y capacitadores en relación a las personas sin hogar, alejados de los habituales estereotipos e imágenes estigmatizadoras.

También hemos querido sumar y trabajar juntos y juntas, en red, en alianza, alineados con otras entidades españolas y europeas. Así, a fecha de hoy junto con Cáritas Española, colaboran en la Campaña las principales entidades y plataformas que trabajan con personas sin hogar (FACIAM, BesteBi y la XAPSLL). Desde el principio nos sumamos a los mensajes que se transmitían desde FEANTSA2, ampliando también la mirada de la exclusión residencial grave a través de la tipología ETHOS3.

Queda mucho por hacer. Los datos nos arrojan la cifra de aproximadamente 40.000 personas en situación de sin hogar en España (en situación de calle o sin vivienda, alojados en diferentes centros y recursos), cifra que sea amplía exponencialmente si hablamos de personas que residen en una vivienda insegura (3,6 millones de personas) o inadecuada (5 millones de personas). No perdemos la esperanza ni desistimos en nuestra lucha. Seguimos insistiendo en que Nadie Sin Hogar puede y debe ser una realidad, y para ello es imprescindible el compromiso común por los derechos y la dignidad de las personas sin hogar.

Ideas fuerza de la Campaña 2017

Enfoque desde los Derechos Humanos: la simple condición de seres humanos nos otorga una serie de derechos y libertades que deben ser cuidados y respetados por todos y todas: derecho a un nivel de vida adecuado, a la libertad, a la seguridad de la persona, o la protección ante la discriminación, entre otros.

El concepto de Derechos Humanos es integral: no hay un derecho más importante que otro, lo que implica que la violación a uno solo de ellos, repercute en múltiples violaciones, además que la realización de un derecho posibilita la realización de otros. El concepto derechos humanos es universal e incluyente, ya que son necesarios para todas y cada una de las personas, tanto en lo individual como en lo colectivo. Hablamos de todos los derechos, para todas las personas, todos los días, en todas partes.

Son exigibles, no son “regalos” . No dependen del cumplimiento de determinadas condiciones laborales o administrativas. Tienen que ser efectivos y garantizados. Son los poderes públicos los responsables de garantizar los derechos y las prestaciones necesarias para ellos.

Desde el bien común y la solidaridad: porque si tú no puedes disfrutar y ejercer tus derechos, yo veo lesionados los míos, porque no son sólo “tus derechos” o “mis derechos” sino que son “nuestros derechos”. Son responsabilidad de cada uno de nosotros y nosotras, y del conjunto de la ciudadanía. El compromiso comunitario debe darnos una visión global y solidaria del ejercicio de los derechos. En la medida en que como sociedad no somos capaces de visibilizar, reconocer y poner en valor la dignidad y derechos de todas las personas que la componen, vivimos en una sociedad más empobrecida.

Relación entre desigualdad, pobreza y DD.HH: las situaciones de pobreza y exclusión que observamos y que vivimos, siempre conllevan la vulneración de algún derecho (normalmente más de uno) tal y como están enunciados en la Declaración Universal de DDHH de 1948:  “la pobreza es en sí misma un problema de Derechos Humanos urgente”.

Participación y empoderamiento de las personas en situación de sin hogar en relación al ejercicio de sus derechos. Debemos estar disponibles para acompañar en ello desde una mirada positiva y posibilitadora, que reconozca a las personas sin hogar como sujetos capaces de afrontar múltiples dificultades y de intervenir en la realidad con intereses y capacidades propias. No podemos ser complacientes con aquellas miradas y posicionamientos que sitúan a las personas en situación de exclusión como un “no-sujeto”, cuyos derechos no deben ser reconocidos o son limitados.

Como propuestas concretas por los Derechos, planteamos

1)  las Administraciones Públicas: que procedan a reformas estructurales que conlleven la aplicación del derecho humano a una vivienda digna y adecuada. Nadie debe verse abocado a vivir en la calle, por lo que es necesario dar prioridad a formas de acceso a la vivienda segura y económicamente accesibles, como el alquiler social, la cesión de uso y la propiedad cooperativa. Asimismo, proponemos fomentar el destino de las viviendas vacías al alquiler social.
2) A la ciudadanía en general: que conozca y se anime a participar en entidades sociales de su territorio que promuevan y pongan en valor los derechos de las personas en situación de sin hogar. Ser “agentes de derechos” a través de la movilización social.
3) A los medios de comunicación: que informen desde un lenguaje y perspectiva de derechos, que ayude a eliminar las barreras que sufren en su acceso las personas en situación de sin hogar, que evite su estigmatización y les sitúe como sujetos de derechos

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