Presentados los resultados del estudio sobre el impacto de la pandemia en las personas sin hogar – Datos que nos disparan a tod@s

 

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El informe que presentamos ayer, 30 de noviembre, recoge los resultados del estudio “Exclusión social y COVID-19: el impacto de la pandemia en la salud, el bienestar y las condiciones de vida de las personas sin hogar”, fruto de la investigación realizada por FACIAM con la colaboración del Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación de la Universidad Complutense de Madrid con personas en situación de sinhogarismo y exclusión residencial usuarias de diferentes recursos de la Red FACIAM. 700 personas  en situación de SINHOGARISMO (ethos 1 y 2) y EXCLUSION RESIDENCIAL (ethos 3 y 4)  han abierto sus vidas y con sus respuestas a las encuestas lo han hecho posible. El estudio ha sido realizado con el apoyo  de todos los trabajadores y trabajadoras, voluntarios y voluntarias de la red FACIAM, en todos sus centros, proyectos y recursos.

El objetivo de esta investigación es doble. Por un lado, se analiza el impacto de la pandemia por la COVID-19 en la salud, la calidad y las condiciones de vida de las personas en situación de sinhogarismo y exclusión residencial en España. Por otro, trata de profundizar en las trasformaciones generadas por la COVID-19 en las trayectorias vitales que conducen al sinhogarismo. El estudio contempla siete dimensiones –salud, vivienda, apoyo social, digitalización y brecha digital, aporofobia, protección social y espiritualidad.

Parece que la pandemia nos trató a todos y todas por igual, pero leyendo los datos del estudio presentado,  nos damos cuenta que afectó más  a las personas en peor situación. La pandemia fue sin duda  un nuevo varapalo para las personas sin hogar, pues sus vidas se pusieron en pausa. Con este estudio profundizamos en todo ello. Podemos decir que las personas han mejorado su situación con respecto a la pandemia pero están peor ahora si lo comparamos con su situación antes de ella. Como hemos dicho en la Campaña de personas sin hogar 2021, las personas sin hogar se encuentran en un laberinto sin salida. Se han identificado dentro del sinhogarismo las realidades más afectadas por este impacto. Emergen entre ellas,  las cuestiones vinculadas al sinhogarismo femenino.

Las mujeres han  incrementado su presencia en el sinhogarismo, con mayor deterioro de la salud física y mental, presentando mayores niveles de malestar psicológico.  En ellas también la violencia y aporofobia se intensifica. Podemos decir que ser mujer es un factor de riesgo si se es una persona sin hogar. 13% declaran haber sido victimas de una agresión sexual. Sin embargo las mujeres se en enfrentan a el sinhogarismo  con menor aislamiento y enfrentan mejor la brecha digital.

Especialmente relevante es el  enorme deterioro psicológico que reportan las personas jóvenes, si bien son las menos aisladas respecto a las IT. Este elemento impactó en mayor medida en ellos la pandemia. Supuso mayores dificultades en las relaciones y mermó las posibilidades de estar informados. Es este, un perfil de gran precariedad en las relaciones sociales y familiares.

Un estudio tiene siempre como objetivo generar conocimiento, pero en FACIAM queremos que nos sirva prioritariamente para observar tendencias y poner en la mesa cuestiones para la discusión. Nos planteamos en FACIAM trabajar e incorporar lo que nos dicen estos datos que las personas nos han compartido . Queremos ver cómo lo podemos traducir en interrogantes y propuestas. Os dejamos algunas lineas fuerza de los resultados:

Aumento Del Sinhogarismo – Ha habido un claro aumento del sinhogarismo más grave. Demostramos con este estudio que este fenómeno es creciente, que no es estable en su volumen. ¿Nos vamos a replantear la reinversión y el aumento de recursos? . Las políticas públicas de último recurso carecen de sistemas de  evaluación que nos permitan medir lo que estamos haciendo . Y estas políticas no parece que ayuden a contener cuantitativamente este problema. Nos preguntamos ¿Como los recursos de la ultima red, integran toda esta complejidad en  los perfiles que atiende?

Movilidad –   3 de cada 4 personas se encuentran ante el ascensor social del sinhogarismo, no se mueven. La cronicidad es real. 1 de cada 4 hace movimiento de salida, pero rápidamente ese hueco es ocupado por otra persona. Dos conclusiones: el aumento cuantitativo y la identificación  de un grupo en cronicidad en esta situación que no consigue salir. Sin políticas  de vivienda pública es imposible cerrar este ciclo y  que la persona pueda salir de él. Nos preguntamos, ¿quien tiene que resolver esto? , ¿la administración?, ¿las entidades? Las entidades sociales solo tenemos recursos de transición.  Los elementos de vivienda permanente deben corresponder a las  AAPP con políticas públicas finalistas con viviendas a donde las personas puedan llegar.

Malestar psicológico – En mujeres y jóvenes apreciamos mayores índices de malestar piscológico. Un dato brutal: 67% de personas  presentan una posibilidad de caso de salud mental o psiquiátrico. La salud mental es trasversal a todas la redes de atención, pero siempre lo ligamos a una sola red. Una mirada especifica a este aspecto con servicios duales, con formación de los profesionales, con  la dotación de herramientas de atención dentro de los recursos en clave preventiva, son algunas propuestas.

Aislamiento –  Se rompe el mito de que el aislamiento social y  la soledad protege a las personas sin hogar respecto de la pandemia. Esto no es cierto. Nos preocupa no aprender de la pandemia y hacer un planteamiento de mejora de los alojamientos colectivos en favor de una mayor privacidad, pero cuidando de que no genere aislamiento. Creemos en  soluciones con espacios para la intimidad pero cuidando el elemento de las relaciones sociales que consideramos  clave. En la Eed Faciam estamos estudiando y haciendo realidad modelos que combinen lo privativo con espacios comunitarios sobre todo en la atención apersonas jóvenes

Aporofobia y victimización – Si se es mujer e inmigrante estas variables aumentan. ¿Seremos  capaces de aportar enfoques integrados en los proyectos de atención a personas sin hogar? Incorporar la diferenciación de género, edad, origen , e integrarlo en nuestro trabajo es el reto.

Relaciones sociales –  Son tan claves como la vivienda. Lo debemos elevar en su grado de importancia. Cuantos más apoyos sociales, más posibilidad de relacionarse de integrarse , de incorporarse  a un trabajo. Es una cuestion que hay que reconstruir en muchas personas desde 0. La reconstrucción de los mecanismos de socialización deber estar al mismo nivel que tener una habitación, una comida, una plaza.  Los profesionales no pueden ser el único recurso de apoyo a las personas sin hogar. Hay que construir relaciones más cotidianas, más reales y duraderas.

Protección social – A los elementos de protección social debemos darles la vuelta para que estén basados  en la confianza y no en la desconfianza . Hay propeustas ya antiguas como la de que todos los requisitos exigidos a una persona que no tiene nada se compreben a posteriori, desde una política de confianza acercandonos al concepto de derecho, no al de merecimiento. Un ejemplo: el IMV se ha trasladado como un derecho, cuando su acceso es complejísmo.

Las personas jóvenes – Están cada vez más presentes en el sinhogarismo. Se demuestra que cuando la familia se rompe, y no da mas de si, que los jóvenes salen de su entorno, y no vuelven. Podemos hablar de una inelasticidad social. Creemos que tenemos que contemplarlo en los programas, crear núcleos de referencia, en clave de prevención. Nos preguntamos cómo repensar estos programas para incorporar procesos puente a la vida adulta. ¿Seremos capaces de hacer programas de choque y de carácter integral?

Espiritualidad –   No se había estudiado anteriormente esta dimensión y nos plantea en qué medida estos elementos  ayudan y colboran a la resiliencia y recuperación de las personas ante situaciones difíciles y complejas de exclusión. El estudio nos lanza otro reto: Cómo podemos tenerlos en cuenta, integrarlos en nuestro trabajo y cómo pueden ofrecer utilidad en los procesos de recuperación social.

Complejidad del Sinhogarismo – Como idea final diremos que el estudio nos da una foto que refleja la complejidad del fenómeno del sinhogarismo con una muy baja  movilidad. Las variables que lo conforman interactúan de una forma tan compleja que no se pueden abordar sin una mirada  interseccional,  que integre la multiplicidad de dimensiones, causas y consecuencias. Las  fórmulas estándar  o universales no nos valen . Invitamos a todos a acompañarnos en esta reflexión y a alimentar el debate con propuestas y respuestas.

 

Puedes acceder al informe y sus  presentaciones

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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