Ponemos cara al sinhogarismo femenino

#PonleCara, al sinhogarismo femenino

En el pasado día de las personas sin hogar, la imagen de Campaña puso decididamente rostro de mujer al sinhogarismo, optando de forma clara por su visibilización. Mujeres participantes leyeron el manifiesto delante de los medios de comunicación y también fueron las mujeres las leyeron en el espacio de Puerta del Sol ante las personas que allí se congregaron. Valientes y decididas, fueron ELLAS quienes cantaron en la plaza a modo de resistencia y pusieron en esta ocasión, rostro al sinhogarismo ofreciéndonos un hermoso “bella chao”.

La invisibilidad dentro de la invisibilidad, la vulnerabilidad dentro de la vulnerabilidad.. Vivir en la calle, vivir en un recurso de acogida, en un proyecto social…es estar en situación de sin hogar, pero también vivir en pensiones, vivir acogidas temporalmente en casa de amigos o personas conocidas, tener un simple sofá como espacio propio, depender del trabajo en el ámbito doméstico que condiciona su alojamiento…. son otros modos y realidades del sinhogarismo femenino. El sinhogarismo oculto con demasiada frecuencia acoge situaciones a las que se ven abocadas las mujeres en exclusión residencial, quienes son capaces de adaptarse a vivir, o mejor dicho, a malvivir en espacios inadecuados e inseguros. Tener un problema de salud, ser víctimas de violencia, un mercado laboral precario e inseguro en muchos casos en el ámbito doméstico y de los cuidados, proyectos migratorios en los que se viene huyendo de situaciones y de países inseguros, salir del propio país para buscar condiciones dignas de vida, entre otras, son realidades que conforman el origen y causa de las situaciones de este sinhogarismo femenino.

Algunos datos. Con frecuencia, separaciones y conflictos en la pareja suponen un factor de mayor vulnerabilidad por la mayor precariedad económica y dependencia de la pareja masculina. Según los últimos estudios sobre mujeres sin hogar, la situación de mayor vulnerabilidad de las mujeres, queda constatada: experiencias de abuso, violencia intrafamiliar, y violencia machista son desencadenantes de la pérdida del hogar. Mas del 50% de las mujeres en situación de sinhogar han sufrido malos tratos por parte de su pareja a lo largo de su vida y el 28 % ha sido objeto de abusos sexuales durante la infancia y la adolescencia. Añadimos un dato escalofriante: casi la mitad de las mujeres entrevistadas había intentado suicidarse, el 32 % de ellas estando sin hogar. El sinhogarismo femenino es un fenómeno afectado por causas estructuralmente diferentes y con dificultades añadidas en relación al sinhogarismo masculino. Indiscutible la necesidad de espacios específicos para las mujeres en una red de atención que es en su diseño, mayoritariamente masculina. Según datos del último recuento de personas sin hogar en la ciudad de Madrid, las mujeres suponen el 11% de las personas contabilizadas en calle, 16% en centros y 24% en pisos vinculados a proyectos sociales.

La mirada interseccional. La realidad fragmentada tanto en la organización de las administraciones públicas como en la disposición de los recursos que las entidades del tercer sector ofrecemos, complejiza y dificulta la atención a mujeres cuya confluencia de situaciones y problemáticas requieren abordajes en espacios escasos o inexistentes en las redes de atención en la actualidad. Esta mirada interseccional deberá ir imponiéndose como herramienta para analizar y comprender elementos cómo elementos como son el género, la etnia,  la orientación sexual, la identidad de género, la violencia, clase social,  la diversidad funcional, el consumo de sustancias,  los problemas de salud,  la edad, la formación…interfieren decididamente en el grado de vulnerabilidad de las mujeres. Sin esta perspectiva, las redes o recursos creados para abordar alguna de estas realidades, dejarán fuera a muchas mujeres de los recursos existentes.

La realidad LGTBI. Según los datos del estudio publicado por FACIAM en 2018, en cuanto a la identidad de género y al sentimiento de discriminación, es relevante destacar que esta discriminación es percibida en mayor proporción por las mujeres con  un 60 % , y 70% en mujeres trans. En relación a los factores estructurales económicos de discriminación, se presenta la inserción laboral como la barrera más clara para la inclusión de estas personas LGTBI sin hogar, que se hace eco de la discriminación múltiple, al incorporar a la dificultad añadida de la población joven en general para incorporarse al mercado laboral en condiciones dignas, la identidad sexual, la orientación sexual, el estatus de ciudadanía irregular, así como problemas relacionados con la salud mental. En esta interseccionalidad, el perfil que encuentra más dificultad a la hora de encontrar un trabajo en condiciones de libertad y dignidad es el de las mujeres trans, quienes en alto porcentaje se ven abocadas a ejercer la prostitución como la única salida laboral viable para ellas.

Mina, Ana Lucía, Inma, Encarni, Sandra,… gracias por vuestro coraje y valentía en el pasado día de las personas sin hogar, gracias porque vuestro rostro y vuestra palabra pone cara a todas las mujeres que viven en situación de sinhogar. #PonleCara #NadieSinhogar

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