Si hay alguna certeza en cuanto a la realidad de las personas sin hogar es su diversidad en cuanto al origen de sus situaciones y perfiles. Una de estas realidades es la que afecta a la condición LGTBI de las personas. En 2018, desde la red FACIAM pusimos en marcha una formación específica en los diferentes centros y recursos,  para actualizar conceptos y acercarnos mejor a estas realidades cambiantes y que están apareciendo en nuestros proyectos de atención a personas sin hogar, sobre todo en personas jóvenes a las que el rechazo social y familiar ha llevado a salir de sus hogares y en muchos casos se han visto abocados a una situación de calle y desprotección. Es necesario aprender y actualizarse para hacer de nuestros centros, espacios seguros para todas las personas, para tantas realidades a las que damos acogida, donde nadie se sienta rechazado/a o discriminado/a.  También, en paralelo, encargamos una investigación a la Universidad Rey Juan Carlos para que analizase la relación entre la condición LGTBI y el sinhogarismo y que vio la luz en 2019.

El estudio de las personas LGTBI sin hogar en la Comunidad de Madrid, nos confirmó que la primera causa de llegar a la calle es el rechazo familiar, sobre todo en personas de origen nacional. En personas extranjeras se constata como, las leyes, los entornos de sus países son un factor de hostilidad hacia su situación. En la actualidad, en más de 70 países se persigue a las personas con esta condición. En algunos países hemos visto como se hace explícito este rechazo, delimitando zonas o municipios libres de LGTBI. La condición LGTBI puede causar la salida forzosa de un país o territorio

El estudio indica igualmente que el rechazo en el entorno laboral también genera situaciones de exclusión y es también un factor relacionado con el sinhogarismo, siéndolo en una mayor medida para las personas trans y mujeres trans. Todavía la condición LGTBI, la no aceptación de la identidad afectivo sexual, genera mucho sufrimiento. La realidad trans es muy diversa, en cuanto a su identidad física y la sociedad aún está muy lejos de entender y aceptar lo que es la libertad de una persona.

Una de las demandas expresadas por las personas encuestadas en la investigación referida es la necesidad de recursos específicos de atención a las personas sin hogar LGTBI. En esta línea queremos acercarnos al  Proyecto Habitacional dirigido al colectivo LGTBI, de la Fundación B. San Martín de Porres, entidad que es miembro de la Red FACIAM. En este proyecto se pretende crear un espacio seguro y de acogida a todas aquellas personas del colectivo LGTBI que necesitan un punto de partida donde puedan construir los cimientos para ser independientes y autosuficientes, dándoles por una parte, un espacio donde sus necesidades básicas estén cubiertas de tal forma que puedan ocuparse en exclusiva a los problemas que les puedan impedir desarrollarse de forma más adecuada, así como los servicios de apoyo, a diferentes niveles, sea laboral, educativo, ocupacional… que les ayude alcanzar el objetivo último que es su independencia o el acercamiento a la misma.

 Juan Daniel Ugalde, técnico en la Fundación B. San Martín de Porres, que es también  profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, y parte  del Equipo Investigador que realizó el estudio mencionado, nos explica que este proyecto surgió a raíz de una situación producida al llegar una persona trans a su centro de acogida. Este hecho cuestionó sus esquemas en torno a los que construían los proyectos, solo pensados en un sentido binario sin contemplar más realidades. “Las personas LGTBI se pueden sentir desubicadas en un centro de acogida, existen tabúes a la hora de hablar, se producen situaciones de rechazo que generan mucho sufrimiento, hay miedo a expresarse. Se pueden sentir observados, señalados. Hemos avanzado mucho en nuestro país, pero aún queda mucho por hacer. Las personas necesitan protección en un entorno, estar tranquilos, descansar…”

No se trata de crear guetos sino generar espacios seguros y específicos para personas LGTBI. Esta era una necesidad expresada por las personas encuestadas en nuestro estudio. Hasta que la llegada de la normalidad y la completa libertad sea una realidad, es necesario crear también espacios que permitan a las personas vivir con la tranquilidad a la que todos tenemos derecho, para que puedan mostrarse tal como son, siendo respetados/as y comprendidos/as.

En el Proyecto Habitacional LGTBI de la Fundación S. Martín de Porres ya han llegado hasta las 20 plazas en pisos, ampliadas a 25 por situación COVID. “Una persona que haya llegado a la calle por su condición afectivo sexual y el rechazo y discriminación recibidos puede encontrar muchas dificultades para salir de ella precisamente también por esa condición que hace que no se sienta acogido adecuadamente y con dignidad en recursos de atención y o acogida. Se impide así la recuperación en un espacio seguro. Las personas LGTBI que residen en este recurso, son personas muy jóvenes, menores de 30 años, no son usuarios habituales de la red de atención a personas sin hogar. Han llegado por primera vez a la calle y afortunadamente no están aún en una situación de gran deterioro. Es por eso, que hay que actuar pronto para que puedan reconducir el itinerario vital” manifiesta Ugalde

Desde la Fundación trabajan también la integración entre todos los residentes y personas acogidas, haciendo actividades conjuntas, aprovechando espacios como el momento de las comidas y los programas laborales desarrollados, para crear dinámicas, y aumentar interacciones y conocimiento.

La discriminación y el rechazo en todos los ámbitos social, familiar, amigos, laboral, sigue expulsando personas de sus entornos y exponiéndolas a la situación de calle. La involución política a la que estamos asistiendo en materia de derechos por parte de ideologías de partidos políticos emergentes, no ayuda en el avance social. Nos preocupan las opiniones que generan y que pueden provocar agresiones y delitos de odio. Estos movimientos suponen un retroceso en los avances en la aceptación social de las personas LGTBI.

Formación, educación, conocimiento, empatía y aceptación de la realidad y libertad individuales, son imprescindibles para alcanzar una normalización de las personas LGTBI en nuestra sociedad.

 

Proyecto habitacional LGTBI
Estudio sociológico de las personas LGTBI sin hogar en la Comunidad de Madrid
Contenidos Jornada Sin Hogar Con Diversidad
Formación en Diversidad afectivo/sexual dentro de la realidad del Sinhogarismo

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