Autores:
Gregorio Rodríguez Cabrero (Coordinator), University of Alcalá (Madrid) /Vicente Marbán Gallego, University of Alcalá (Madrid)/ Ana Arriba González de Durana, University of Alcalá (Madrid) /Julia Montserrat Codorniu, Centre of Social Policy Studies (Barcelona)
En su forma actual, las políticas para combatir el sinhogarismo y la exclusión residencial tienen deficiencias que dificultan su efectividad: la ausencia de una metodología común para el diagnóstico de la falta de vivienda; la interrelación limitada entre el Plan Nacional de Vivienda 2018-2021 y el ENI-PSH 2015-2020; la baja participación de los departamentos de vivienda y salud en la lucha contra la falta de vivienda; estrategias para la inclusión social y laboral que no están adaptadas a la situación específica de las personas sin hogar; y programas de acción en los que los centros para personas sin hogar siguen siendo el servicio social más importante, en detrimento de la búsqueda concurrente de vivienda y empleo.
Los principales desafíos políticos para los próximos años son los siguientes: activar el actual ENI-PSH 2015-2020 o, mejor aún, diseñar una nueva estrategia con suficiente apoyo financiero e institucional; mejorar la coordinación entre el gobierno central, regional y local; mejorar la coordinación de los departamentos de vivienda, salud y servicios sociales para lograr avances efectivos en la integración social; fortalecer la cooperación dentro de la TSSA; y para mejorar el empleo de personas sin hogar
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